Ha llegado el momento de crear un marco mundial de
derecho de autor para las bibliotecas y los archivos
Por Teresa Hackett,
Directora del Programa de Derecho de Autor y Bibliotecas, Electronic Information for Libraries (EIFL), Vilna, Lituania.
Las tecnologías digitales han transformado las
bibliotecas, los archivos y el acceso a la información. Han
revolucionado el panorama de la información.
Las bibliotecas y los archivos son fundamentales para la
labor que desempeñan los científicos y los investigadores, una labor
que cada vez es más colaborativa, interdisciplinaria e internacional. A
la vez que crecen las oportunidades de búsqueda y descubrimiento de
recursos gracias a las tecnologías digitales, crece también la demanda
de acceso a materiales almacenados en bibliotecas y archivos de todo el
mundo. Cada año las bibliotecas gastan miles de millones de dólares de
los EE.UU. en contenido impreso y digital, y buena parte de ese dinero
proviene de los contribuyentes. En 2014 se estima que este gasto alcanzó
los 25.400 millones de dólares. Pero, frente a un laberinto de
diferentes leyes de derecho de autor y condiciones para la concesión de
licencias, las bibliotecas y los archivos se las ven y se las desean
cada vez más para responder a las necesidades de información del público
al que prestan sus servicios.